"Los vamos a correr de Malvinas", gritaba en abril del ´82 el represor Leopoldo Galtieri ante una multitud que lo vitoreaba en la Plaza de Mayo.
Lo mismo: clase media que había acudido a la convocatoria de la dictadura militar -que ya había hecho desaparecer a 30 mil personas- portando banderas argentinas en un estallido nacionalista y con sus hijos sobre los hombros. Sintiéndose lúcidos, cultos, pero especialmente con independencia de pensamiento, lejos de la "negrada" arriada por el peronismo.
Cualquier similtud con el acto del agro en Palermo es pura coincidencia.
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